En la siguiente nota, redactada por el Observatorio de Género y Diversidad del Instituto Lebensohn, y en el marco de un nuevo aniversario del Ni Una Menos, abordamos de manera reflexiva y comprometida las cinco claves fundamentales para construir una sociedad libre de violencia de género. En un contexto en el que el femicidio y la desigualdad de género continúan siendo desafíos persistentes, nos resulta crucial reflexionar sobre el papel del derecho, la estructura social y la responsabilidad del Estado en la protección de las mujeres. A través de estas cinco claves, invitamos a una reflexión sobre cómo transformar nuestras relaciones sociales y culturales, buscando una sociedad justa e inclusiva para todas las personas.
La urgencia de transformar el derecho hacia la igualdad de género
A 8 años del primer grito de Ni Una Menos, nos enfrentamos a una alarmante realidad: 99 femicidios en lo que va del año 2023. Esta situación nos insta a reflexionar profundamente sobre el derecho y su función social en relación a las mujeres. Más allá de contar con buenas leyes, es imperativo que el derecho se convierta en un instrumento de transformación en nuestras relaciones sociales y culturales.
La desigualdad de género como problema estructural en Argentina
En nuestro país, la desigualdad de género persiste como un problema estructural que requiere una comprensión profunda de sus características para poder reducir las brechas existentes. A pesar de que las mujeres desempeñamos roles fundamentales como productoras y trabajadoras, enfrentamos una amplia brecha laboral en términos de calidad de empleo. Además, asumimos la mayor carga del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, lo cual limita nuestra plena inclusión en diversos ámbitos sociales, institucionales y políticos. Esta situación nos expone a violencias ejercidas mediante el abuso de poder y afecta nuestra autoestima. Es fundamental reconocer que las políticas no pueden ser neutrales en relación al género.
La importancia de visibilizar y denunciar los femicidios
Los femicidios deben ser visibilizados y denunciados no solo como asesinatos de mujeres debido a su género, sino también por la negativa a cumplir con los roles socialmente impuestos. Las movilizaciones masivas bajo la consigna de «Ni Una Menos» han logrado evidenciar la importancia de abordar el femicidio y la violencia de género como problemas públicos, destacando la intensidad de las demandas para abordar esta problemática.
El incumplimiento del Estado en la protección de las mujeres
Es preocupante observar que la mayoría de los femicidios están precedidos por un historial de violencia que el Estado no ha escuchado, no ha brindado la ayuda necesaria y no se ha responsabilizado. Esta omisión constituye un incumplimiento de su deber de proporcionar una protección integral para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres. Los efectos de esta falta de acción repercuten en toda la sociedad, erosionando los fundamentos de convivencia y justicia.
El camino hacia la igualdad de género y el fin de la violencia machista
Enfrentar la desigualdad de género y poner fin a la violencia machista exige un cambio profundo y una toma de conciencia colectiva. Es fundamental trabajar incansablemente para construir una sociedad en la que todas las personas, independientemente de su género, puedan vivir libres de violencia y disfrutar de igualdad de oportunidades. Solo a través de un compromiso genuino y una acción concertada podremos lograr un resultado positivo para el bienestar de todas y todos.