Nuestra determinación por formar y capacitar ciudadanos nació como una demanda de distintos militantes y activistas a lo largo y a lo ancho de toda la Argentina. Por más de 15 años nos fuimos moviendo pueblo por pueblo, aprendiendo la diversidad cultural y étnica que envuelve a nuestro país y aportamos nuestros saberes para complementar los de miles de interesados en nuestra tarea de acompañar a militantes y activistas en su trayectoria y consolidación. Este intercambio nos enriqueció y pudimos llevar adelante grandes programas, encuentros y experiencias.
En este marco, la Escuela de Jóvenes Líderes es uno de los programas que hicieron historia y en los cuales pudimos ser innovadores. Ya para la primera edición de la EJL (se realizaron 3 en total), en el año 2012, logramos realizar una experiencia semipresencial, impensada para la época en la cual existían importantes Universidades donde eso aún no se ofrecía. Hoy, tenemos la satisfacción de encontrarnos a menudo con personas muy valiosas que nos recuerdan positivamente su paso por el programa.

Quien fue parte de dicho programa y conoce muy bien a las organizaciones que participaron es Sergio Duarte. Sergio es abogado y entre 2012 y 2020 fue vicepresidente del Lebensohn. Actualmente, además, se desempeña como Director Nacional de la Escuela de Jóvenes Líderes y en esta nota vamos a intentar conocerlo un poco más.
P: Durante 8 años te desempeñaste como vicepresidente del Lebensohn. ¿Qué significa para vos el instituto?
SD: Significó una experiencia única en mi vida como militante político, por varias razones, en primer lugar por la experiencia que se adquiere al participar activamente de la gestión de una fundación que con muchas limitaciones, presupuestarias sobre todo ha logrado permanecer activa durante 15 años, también porque tuve la oportunidad de conocer y tratar a personalidades que han protagonizado la vida política argentina, o el periodismo como por ejemplo al Dr. Jaunarena que es un amigo de la casa o al extinto Pepe Eliaschev con quien recorrimos el país, solo por darte un par de ejemplos. Pero quizás lo más importante tiene que ver con que al final del camino es muy gratificante en lo personal haber contribuido a la formación de varias generaciones de militantes radicales, muchos de los cuales hoy son intendentes, funcionarios, legisladores o simplemente siguen militando y siempre valoran la tarea que desplegó el Lebensohn en toda la Argentina, porque hemos realizado avtividades multitudinarias en todo el país, pero también hemos llegado a lugares recónditos a dar una charla para cinco militantes, algo que para nosotros tiene la misma relevancia.
P: También fuiste militante y dirigente estudiantil, ¿cómo se siente estar de este lado, aportando a quienes comienzan o buscan consolidar su experiencia militante?
SD: Es una gran oportunidad, la de contribuir a mejorar la formación de quienes integran nuestras organizaciones juveniles , lo que implicar mejorar al partido y en definitiva eso tiende a consolidar nuestro sistema democrático, es una reacción en cadena virtuosa. En lo personal lo vivo como un deber militante.
P: Ahora te desempeñás como Director Nacional de la Escuela de Jóvenes Líderes, ¿qué valor tiene esta escuela en relación a otros programas? ¿Por qué los jóvenes de la Franja Morada, la Juventud Radical o aquellos que militan en la Organización de Trabajadores Radicales deberían participar?
SD: Todos nuestros programas tienen un gran nivel de importancia para nosotros, porque todos han demandado trabajo y dedicación por parte de nuestros equipos, pero hay algunos que puede decirse son “insignias” del instituto, en particular este representa mucho de lo que es el Lebensohn , porque está dirigido a las organizaciones que le dieron origen, porque está pensado en clave de excelencia académica y tiene un profundo sentido federal, ya que van a participar jóvenes de todas las provincias.
P: Estamos en la cuarta versión de la Escuela de Jóvenes Líderes. ¿Qué nos podés contar de la primera?
SD: Las tres primeras versiones fueron importantes. En cuanto a la primer versión fue muy exitosa, superó ampliamente nuestras expectativas, ya que logramos el nivel académico de excelencia que pretendíamos y la participación fue mayor a la que inicialmente esperábamos. Los encuentros presenciales que tuvieron lugar en varias ciudades de la argentina, fueron cada vez mejores por el nivel de los talleres y la participación de los asistentes. Quizás lo que más puede resaltarse es que logramos innovar de verdad, ya que en ese entonces la educación a distancia era algo que se daba en ámbitos educativos muy puntuales y en esa edición la mitad del programa se desarrollaba a distancia, lo que permitió que cientos de jóvenes se formaran desde sus casas cuando esto no era nada común y en materia de formación política no existía, así que fuimos pioneros en ese campo. Todo eso pudo lograrse con recursos humanos del Instituto, lo hicimos casi a pulmón y con mucho esfuerzo pero logramos algo que ninguna fundación partidaria dedicada a la formación había hecho hasta entonces.
El primer módulo arrancará el lunes 19 de julio con la bienvenida y el primer encuentro sincrónico. Si querés saber más clickeá acá.